En algunas ocasiones el término “evaluación
psicológica" puede a muchos padres generarles algún grado de ansiedad. Por
lo general, cuando un profesor o médico lo sugiere es frecuente que los padres
puedan imaginar una serie de métodos extraños o invasivos a los cuales se
someten los niños y adolescente con el fin de “explorar” su mundo interno. Es
lógico, que a ningún padre de familia le agrada pensar que su niño podría
presentar una discapacidad cognitiva, un disturbio emocional o un déficit en su
desarrollo social. Sin embargo, son estos exámenes en muchas ocasiones permiten
prevenir situaciones complejas y complicadas del desarrollo del un niño o
adolescente.
 Las evaluaciones psicológicas son muy útiles
cuando los padres entienden el propósito, cuando logran detectar las
debilidades o áreas por trabajar de su hijo y cuando estas pueden ser
trabajadas o remediadas por intervenciones apropiadas como son: terapia de
aprendizaje, terapia de atención – concentración, terapia de lenguaje, terapia
de modificación de conducta, terapia emocional, terapia familiar, según sea el
caso. Es importante, que antes de empezar cualquier intervención el niño o
adolescente tenga una evaluación integral, para así trabajar aspectos puntuales
que requieran de acompañamiento.
Las evaluaciones psicológicas son muy útiles
cuando los padres entienden el propósito, cuando logran detectar las
debilidades o áreas por trabajar de su hijo y cuando estas pueden ser
trabajadas o remediadas por intervenciones apropiadas como son: terapia de
aprendizaje, terapia de atención – concentración, terapia de lenguaje, terapia
de modificación de conducta, terapia emocional, terapia familiar, según sea el
caso. Es importante, que antes de empezar cualquier intervención el niño o
adolescente tenga una evaluación integral, para así trabajar aspectos puntuales
que requieran de acompañamiento. Para esto, los psicólogos hacemos uso
de distintos procedimientos o combinaciones de procedimientos, sin embargo,
estos procedimientos deferirán por la edad, características personales y
presunción diagnostica del paciente. Existiendo así dos grupos de pruebas: unas
estandarizadas o psicométricas, en las cuales las categorías diagnósticas son
su mayor contribución mayor (Por ejemplo: Pruebas de inteligencia en el cual se
ubican las habilidades del evaluado dentro de un rango acorde a su Coeficiente
Intelectual). Un segundo grupo son las pruebas proyectivas, las cuales en base
a verbalizaciones o dibujos del paciente serán interpretadas por el psicólogo
evaluador. Otros métodos que se afinan con la
experiencia profesional son las observaciones de conducta y las entrevistas,
las cuales pueden ser tan valiosas como un test.
Para esto, los psicólogos hacemos uso
de distintos procedimientos o combinaciones de procedimientos, sin embargo,
estos procedimientos deferirán por la edad, características personales y
presunción diagnostica del paciente. Existiendo así dos grupos de pruebas: unas
estandarizadas o psicométricas, en las cuales las categorías diagnósticas son
su mayor contribución mayor (Por ejemplo: Pruebas de inteligencia en el cual se
ubican las habilidades del evaluado dentro de un rango acorde a su Coeficiente
Intelectual). Un segundo grupo son las pruebas proyectivas, las cuales en base
a verbalizaciones o dibujos del paciente serán interpretadas por el psicólogo
evaluador. Otros métodos que se afinan con la
experiencia profesional son las observaciones de conducta y las entrevistas,
las cuales pueden ser tan valiosas como un test. 
Los padres deben esperar
que todos los informes de las evaluaciones psicológicas proporcionen
información clara y recomendaciones que son importantes y viables en la vida de
sus hijos.
 
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